En medio de la rutina diaria, muchas personas optan por ignorar las molestias digestivas. Un ardor después de comer, una hinchazón persistente o la indigestión frecuente suelen atribuirse al estrés o a una comida pesada. Sin embargo, especialistas advierten que estos síntomas, aunque parezcan menores, pueden ser señales de enfermedades que requieren atención
El Dr. Iván Nieto Orellana, gastroenterólogo, hepatólogo y especialista en endoscopía avanzada y oncológica, señala que el principal error de los pacientes es acudir al médico solo cuando el dolor se vuelve insoportable. “En esos casos, ya estamos frente a cuadros avanzados como gastritis crónica, úlceras o incluso cáncer colorrectal, lo que complica el tratamiento. La prevención y la detección temprana son nuestra mejor herramienta”, enfatiza.
La prevención, un pilar de la salud
El aparato digestivo es uno de los sistemas más sensibles del organismo y está íntimamente ligado con el bienestar general. Su función no se limita a la absorción de nutrientes, también forma parte de la defensa inmunológica del cuerpo.
De acuerdo con el Dr. Nieto, incorporar los chequeos digestivos en los controles de rutina es tan importante como una revisión odontológica o un examen de la vista. “No se trata de generar miedo, sino de crear conciencia. Un chequeo a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una enfermedad de difícil manejo”, sostiene.
Estos controles suelen incluir:
- Análisis de sangre para detectar inflamación o alteraciones hepáticas.
- Examen de heces, que permite identificar sangre oculta, un posible signo de pólipos o cáncer.
- Endoscopías o colonoscopias, recomendadas en personas con antecedentes familiares o a partir de cierta edad, para detectar lesiones en etapas tempranas.
¿Cada cuánto tiempo hacerse un chequeo digestivo?
El Dr. Iván Nieto Orellana sugiere realizar una evaluación médica general una vez al año, incluso en ausencia de síntomas. En el caso de la salud digestiva:
- Pacientes sin antecedentes familiares ni síntomas: una colonoscopia a partir de los 45 años y repetirla cada 10 años si no se detectan anomalías.
- Personas con factores de riesgo o antecedentes familiares: iniciar los chequeos antes y repetirlos con mayor frecuencia, cada 3 a 5 años, según la indicación médica.
- Quienes presentan molestias persistentes: no deben esperar al control anual, sino acudir de inmediato al especialista.
Señales que no deben pasar desapercibidas
Aunque lo ideal es no esperar a tener molestias, el especialista indica que ciertos síntomas son una alerta clara para acudir de inmediato al médico:
- Dolor abdominal que no mejora con medicamentos comunes.
- Cambios en el ritmo intestinal, como diarrea o estreñimiento persistente.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Sangre en las heces o sangrado rectal.
- Dificultad para tragar alimentos.
Una inversión en calidad de vida
El Dr. Iván Nieto Orellana subraya que cuidar la salud digestiva implica adoptar un estilo de vida equilibrado, mantener una dieta saludable y realizar controles médicos regulares. “No esperemos a que el dolor nos obligue a actuar. Cada chequeo preventivo es una inversión en nuestra calidad de vida a largo plazo”, concluye.

