
La inteligencia artificial (IA) continúa avanzando en la gastroenterología, proporcionando herramientas que facilitan la detección de pólipos y otras lesiones precancerosas, así como la mejora de la documentación clínica. Sin embargo, especialistas coinciden en que esta tecnología debe ser un apoyo y no sustituir la experiencia del endoscopista.
Estas conclusiones se presentaron en la 6.ª Cumbre Global de Inteligencia Artificial en Gastroenterología, celebrada en Washington, D.C.
IA: un asistente, no un reemplazo
Los sistemas de IA solo pueden analizar lo que se observa durante el examen endoscópico, y no pueden corregir fallas técnicas que afecten la visibilidad de la mucosa. Actualmente, la endoscopia asistida por IA sigue dependiendo de la supervisión humana para garantizar la calidad y seguridad de los procedimientos.
Beneficios comprobados
La tecnología permite estandarizar los exámenes endoscópicos, incorporando algoritmos capaces de mejorar la detección y clasificación de lesiones gastrointestinales. Diversos estudios realizados en Estados Unidos y Europa muestran que la IA incrementa la identificación de pólipos precancerosos y reduce la tasa de errores en comparación con los procedimientos tradicionales.
Más allá de la colonoscopia, la IA también se utiliza en la evaluación de displasia, enfermedades inflamatorias intestinales y cáncer gástrico temprano, así como en la revisión de la preparación intestinal y la duración de los exámenes, optimizando la eficiencia y seguridad de la práctica endoscópica.
Desafíos y barreras
A pesar de sus ventajas, la implementación de la IA enfrenta desafíos como la confianza de los profesionales, la interpretación de errores, los costos y la regulación de dispositivos médicos. Es esencial garantizar que estas tecnologías sean accesibles de manera equitativa, especialmente en centros con recursos limitados.
Implicaciones para América Latina
En países como Ecuador, la IA podría mejorar la detección temprana de lesiones gastrointestinales y optimizar los procedimientos endoscópicos. Sin embargo, su implementación debe acompañarse de capacitación profesional y de infraestructura tecnológica adecuada, asegurando que la tecnología complemente la experiencia humana sin reemplazarla.