
Legumbres, frutas tropicales, huevos y verduras de hoja verde fortalecen la salud digestiva y ayudan a prevenir enfermedades, según estudios recientes.
Redacción Ciencia
La evidencia científica muestra que una alimentación saludable no requiere altos ingresos, sino un mejor aprovechamiento de los productos locales disponibles.
En Ecuador, investigaciones académicas y sanitarias confirman que las legumbres, frutas tropicales, verduras frescas y tubérculos tradicionales son los alimentos más efectivos para mejorar la nutrición y la salud digestiva.
Legumbres, fuente accesible de proteínas
Estudios realizados por universidades nacionales y organismos internacionales indican que las lentejas, el fréjol, el chocho y el garbanzo aportan proteínas vegetales, hierro y fibra soluble.
Estos alimentos favorecen la microbiota intestinal, reducen el estreñimiento y ayudan a prevenir la anemia. Además, su costo es significativamente menor que el de las carnes rojas o los embutidos.
La evidencia publicada en el Journal of Functional Foods (2023) señala que el consumo regular de legumbres mejora la función digestiva y contribuye al control del colesterol.
Frutas tropicales con efecto digestivo
La papaya, la piña, la guayaba y el plátano contienen enzimas naturales que facilitan la digestión y reducen la inflamación gastrointestinal.
De acuerdo con la revista Frontiers in Nutrition (2023), la papaya y la piña poseen compuestos activos que optimizan la absorción de nutrientes y fortalecen el sistema inmunológico.
El consumo de una porción diaria de fruta fresca también proporciona fibra, antioxidantes y vitamina C, esenciales para la prevención de enfermedades metabólicas.
Verduras de hoja verde y salud intestinal
Investigaciones del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI, 2023) evidencian que las acelgas, espinacas, nabos y remolachas son ricas en micronutrientes y polifenoles que favorecen el equilibrio intestinal.
Su inclusión frecuente en la dieta mejora la absorción de hierro y calcio, y reduce el riesgo de desnutrición infantil.
El huevo, alimento completo y asequible
El Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP, 2022) clasificó al huevo como una de las fuentes de proteína con mayor biodisponibilidad.
Aporta aminoácidos esenciales, colina y vitamina D, fundamentales para el funcionamiento cerebral y digestivo.
Su bajo costo lo convierte en un alimento clave en dietas de bajo presupuesto.
Tubérculos y granos andinos: energía saludable
Productos como la papa, la yuca, el camote, la quinua y el maíz suave ofrecen carbohidratos complejos y potasio, brindando energía sostenida sin elevar bruscamente el nivel de azúcar en sangre.
El Centro Internacional de la Papa (CIP, 2024) reporta que estos alimentos tradicionales ayudan a mantener la saciedad y son una alternativa más nutritiva frente al arroz blanco o la harina refinada.
La ciencia respalda que una dieta basada en productos locales —legumbres, frutas, verduras, huevos y tubérculos— puede cubrir las necesidades nutricionales sin aumentar el gasto familiar.
Reducir el consumo de ultraprocesados y bebidas azucaradas mejora la salud digestiva y contribuye a la prevención de enfermedades crónicas.
Volver a los alimentos naturales y tradicionales no solo fortalece el bienestar individual, sino también la seguridad alimentaria del país.
